La Psicoterapia de Orientación Antropósófica no se basa en técnicas fijas que puedan ser aprendidas,
sino en el encuentro de dos Seres Humanos, uno buscando ayuda y el otro ofreciendo acompañarle en la búsqueda de la continuación de su camino de desarrollo”.Lievegoed, B. “El hombre en el umbral
La Psicoterapia Antroposófica tiene como fundamento la imagen del hombre de la Antroposofía, Ciencia Espiritual creada por Rudolf Steiner. Dicha imagen considera al hombre como una individualidad conformada por la dimensión físico-etérica la dimensión psíquica o anímica, y la dimensión espiritual (Yo).
Esta concepción es el punto de partida de una Psicología que reconoce por un lado, la conexión de lo anímico con los procesos fisiológicos del cuerpo y por otra parte toma en cuenta el impulso evolutivo de la individualidad hacia lo espiritual (existencial). El alma (psique) es mediadora y a la vez protagonista activa en ambas direcciones y es por lo tanto un ser que se transforma e intensifica a sí mismo en la experiencia. En este camino trae un pasado, una tarea para el presente y un futuro que formará a su vez un nuevo destino.
La psicología evolutiva antroposófica se asienta sobre el concepto de metamorfosis de su biografía, que se va desarrollando durante la vida en períodos de siete años (septenios). Los tres primeros septenios (0 a 21 años) están ligados a la conformación del cuerpo físico, entre los 21 y los 42 años se desarrolla lo anímico y a partir de los 42 años se desarrollan y profundizan los aspectos espirituales.
Es decir que en cada septenio, atravesamos diferentes cambios, crisis evolutivas que implican conflictos y a la vez nuevas oportunidades. La comprensión de las vivencias singulares a lo largo de cada biografía permite profundizar y concientizar la relación de los procesos que nos hacen enfermar y los procesos sanadores.
La Psicoterapia de Orientación Antroposófica aporta además un método apto para las perturbaciones del equilibrio psíquico y espiritual.
En nuestra época los trastornos psíquicos van en un aumento progresivo, hiperactividad, adicciones, fobias, depresión, trastorno límite de personalidad, traumas. A partir de esta imagen y el estudio del hombre desde la Antroposofía, que amplían la concepción de la psicología tradicional, nos brinda la posibilidad de tener una observación exhaustiva del paciente y un diagnóstico integral de acuerdo a la comprensión de su problemática, y a construir junto con el paciente los caminos terapéuticos a seguir.
En esta tarea la principal herramienta es la palabra, el diálogo, la escucha y el encuentro. Además el terapeuta puede valerse de diversas técnicas psicoterapéuticas, según lo considere necesario.
Desde esta perspectiva, el terapeuta ofreciéndose a acompañar un proceso y un camino de desarrollo individual (y también social), ayuda al paciente a resignificar sus crisis, sus dolencias y a orientar el sentido de sus metas.
Anhelamos que la Psicoterapia Antroposófica, llegue a aquellos que quieran ampliar la mirada académica, y que estén en la búsqueda de un nuevo paradigma integrativo.